12 Errores al Hacer Deadlift que Debes Evitar

Domina el Deadlift Teniendo en Cuenta Estos Errores Comunes.

12 Errores al Hacer Deadlift que Debes Evitar
6 min. read 15/11/2024, 21:53

El deadlift: un ejercicio poderoso que construye fuerza, mejora la postura y activa músculos en todo el cuerpo. Es un elemento básico en la mayoría de los programas de entrenamiento, conocido por su capacidad de ofrecer resultados integrales. Sin embargo, también es un ejercicio que puede salir mal fácilmente si no se ejecuta correctamente. Los errores en la forma del deadlift no solo te privan de ganancias, sino que pueden provocar lesiones graves.

Para ayudarte a dominar este levantamiento esencial, desglosamos los errores más comunes al hacer deadlift y cómo evitarlos.

Descuidar el calentamiento

Omitir el calentamiento puede ahorrarte unos minutos, pero te costará a largo plazo. Levantar pesado sin calentar adecuadamente pone en riesgo tus músculos fríos de sufrir una lesión. El deadlift es un movimiento exigente que activa múltiples grupos musculares, y no prepararlos adecuadamente puede resultar en un bajo rendimiento o lesiones.

Un calentamiento adecuado activa tus isquiotibiales, glúteos y core mientras aumenta el flujo sanguíneo a los músculos. Comienza con un calentamiento dinámico, como sentadillas con peso corporal, balanceos de piernas y estiramientos de isquiotibiales. Realiza algunas series ligeras de deadlifts con una barra vacía o pesos más livianos para preparar tus músculos para cargas más pesadas.

Redondear la espalda

Redondear la espalda durante un deadlift es uno de los errores más peligrosos que puedes cometer. Pone un estrés excesivo en tu columna vertebral, aumentando significativamente el riesgo de lesiones. Esto ocurre cuando los levantadores sobreestiman su fuerza o no activan su core y dorsales durante el levantamiento.

Para evitarlo, mantén siempre una columna neutral. Tu espalda debe estar plana, no arqueada ni redondeada. Activa tu core y enfócate en levantar el pecho mientras inicias el movimiento. Si tienes dificultades con esto, reduce el peso y practica la forma adecuada. La paciencia vale la pena por tu salud a largo plazo y tus avances.

Colocar la barra demasiado lejos de tu cuerpo

La posición de la barra es fundamental para un deadlift exitoso. Si la barra comienza demasiado lejos de tu cuerpo, pierdes apalancamiento y terminas dependiendo de tus brazos en lugar de tu cadena posterior. Esto debilita el levantamiento y aumenta el esfuerzo en la parte baja de tu espalda.

Antes de comenzar, asegúrate de que la barra esté posicionada sobre la mitad de tu pie. Mantén la barra cerca de tus piernas durante todo el levantamiento, casi rozando tus espinillas. Mientras tiras, enfócate en empujar con los talones y usar tus caderas para impulsar el movimiento.

Usar un agarre incorrecto

El agarre es una parte vital del deadlift. Un agarre débil o inadecuado puede hacer que la barra se resbale o limitar cuánto peso puedes levantar. Muchos levantadores subestiman cuánto afecta la fuerza de agarre al rendimiento general.

El agarre doble pronado es común para principiantes, pero puede convertirse en un factor limitante con pesos más pesados. Un agarre mixto (una mano pronada y otra supinada) proporciona mayor seguridad para levantamientos pesados. Alternativamente, los levantadores avanzados pueden usar un agarre de gancho, que bloquea el pulgar bajo la barra para mayor estabilidad. Si tu fuerza de agarre es débil, incorpora ejercicios para fortalecerlo o usa lifting straps para mayor soporte.

Ignorar una respiración adecuada

La respiración no solo es importante para el oxígeno; es clave para mantener la estabilidad del core durante el deadlift. Muchos levantadores descuidan esto y no activan su core adecuadamente, lo que lleva a una mala forma y menor potencia.

Usa la maniobra de Valsalva: inhala profundamente antes de iniciar el levantamiento, activa tu core reteniendo el aire y exhala solo después de completar la repetición. Esto crea presión intraabdominal que estabiliza tu columna y mejora tu capacidad de levantar.

No activar los dorsales

Tus dorsales juegan un papel crucial en el control de la barra y el mantenimiento de la postura adecuada durante el deadlift. Si no los activas, la barra puede alejarse de tu cuerpo, dificultando el levantamiento y reduciendo su efectividad.

Antes de levantar, imagina que intentas "doblar la barra" con tus manos. Este gesto activa tus dorsales, manteniendo la barra cerca de tu cuerpo y mejorando la estabilidad general.

No bloquear correctamente

La fase de bloqueo del deadlift es donde muchos levantadores pierden la forma. Sobreextender la espalda en la parte superior del levantamiento puede parecer que estás completando el movimiento, pero ejerce un estrés innecesario en tu columna.

Busca un final fuerte y controlado. Mantente erguido con los hombros ligeramente hacia atrás, el core activado y las caderas completamente extendidas. Evita inclinarte hacia atrás o sobreextender las rodillas, ya que ambos pueden provocar lesiones.

Omitir el trabajo accesorio

Tu deadlift solo será tan fuerte como su punto más débil. Descuidar ejercicios accesorios puede frenar tu progreso y aumentar tu vulnerabilidad a lesiones.

Incorpora ejercicios como Romanian deadlifts, puentes de glúteos, curls de isquiotibiales y cable pull-throughs para trabajar grupos musculares clave. No olvides el trabajo de core, como planchas o presses Pallof, para mejorar la estabilidad. Estos movimientos no solo fortalecen, sino que también corrigen desequilibrios.

Apurarse en el levantamiento

El deadlift no es una carrera. Apurarte en la preparación o en el movimiento en sí a menudo lleva a una técnica descuidada y a la falta de activación muscular. La velocidad puede parecer sinónimo de poder, pero rara vez se traduce en un levantamiento efectivo.

Divide el deadlift en fases: preparación, tirón y cierre. Aborda cada paso con control y precisión. Tómate tu tiempo para asegurarte de que tu técnica esté en su punto, especialmente con pesos más pesados.

Usar el equipo equivocado

El equipo inadecuado puede afectar tu rendimiento y aumentar el riesgo de lesiones. Los zapatos con demasiada amortiguación, por ejemplo, pueden crear una base inestable, mientras que la falta de equipo de soporte, como cinturones de levantamiento, puede comprometer la estabilidad de tu núcleo durante levantamientos pesados.

Para el calzado, opta por zapatos de suela plana o entrena descalzo para mejorar tu conexión con el suelo. Considera invertir en un cinturón de levantamiento para mayor soporte del núcleo, especialmente al intentar cargas máximas. Las correas de levantamiento también pueden ser útiles para mejorar la seguridad de tu agarre.

El deadlift es uno de los ejercicios más gratificantes para desarrollar fuerza y mejorar el rendimiento atlético, pero requiere precisión y atención a los detalles. Evitar estos errores comunes te ayudará a levantar de manera más eficiente y segura, permitiéndote disfrutar de todos los beneficios que este poderoso ejercicio tiene para ofrecer.

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